El pasado 23 de abril se cumplieron quinientos años de la derrota comunera en la batalla de Villalar, pero el 15 de mayo (festividad de San Isidro) pocos madrileños conocen que también se cumplieron quinientos años de la rendición de los comuneros de Madrid. En la batalla de Villalar desapareció el líder comunero madrileño Juan de Zapata, cuyo rastro se pierde tras el combate, y comuneros madrileños como Juan Negrete o Gregorio Castillo, que participaron activamente en la conquista del Alcázar Real, quedaron fuera del Perdón Real de octubre de 1523.
El pasado 23 de abril se cumplieron quinientos años de la batalla de Villalar. Ese día un ejército comunero liderado por Juan de Padilla, Juan Bravo, el madrileño Juan de Zapata y Francisco Maldonado, fue derrotado por las tropas realistas de Carlos I mandadas por el Conde de Haro.
La derrota en las campas de Villalar puso fin a la revuelta comunera que había comenzado en julio de 1520, aunque Toledo aún aguantaría en rebeldía hasta el 3 de febrero de 1522. Entre tanta fecha los madrileños hemos olvidado que un 15 de mayo de 1521 se produjo la rendición de los comuneros de Madrid.
Castellanos contra flamencos
El origen del movimiento comunero hay que buscarlo en 1518. A la muerte de Isabel la Católica, reina de Castilla, el trono pasa a su nieto Carlos de Gante. Recordemos que la legítima heredera del trono, Juana I de Castilla (Juana la Loca), hija de Isabel la Católica y madre del futuro Carlos I, estaba recluida en Tordesillas.
De esta manera Carlos I, que había pasado casi toda su vida en Alemania (era nieto del emperador Maximiliano) llega a España acompañado de una corte flamenca que rápidamente sustituye a la aristocracia de Castilla y Aragón en los puestos de poder.
En 1519 muere Maximiliano I de Austria, y Carlos I se convierte en rey castellano y en emperador del vasto imperio Sacro Romano Germánico. Antes de su salida de España convoca en Santiago de Compostela las Cortes de Castilla con el objetivo de conseguir los “servicios” necesarios para costear sus ambiciones imperialistas.
A partir de ese momento muchas ciudades castellanas, entre ellas Madrid, se declaran en rebeldía. El movimiento comunero comienza con un rey ausente y con el obispo flamenco Adriano de Utrech al frente del Consejo de Regencia.
Madrid en la revuelta comunera
A la hora de hablar de los comuneros suenan los nombres de Francisco Maldonado, Juan de Padilla, Juan Bravo, María Pacheco o del obispo Antonio de Acuña, pero la historia de España y de Madrid se ha olvidado del líder comunero madrileño Juan de Zapata, desaparecido tras la batalla de Villalar.
En las Cortes de Santiago de Compostela los procuradores que representaban a Madrid se opusieron a los “servicios” demandados por Carlos I, y tras estallar la revuelta en Toledo los madrileños formaron su propia comunidad bajo el mando militar de Juan de Zapata y el mando político de Juan Negrete y Gregorio Castillo.
En julio de 1520 comuneros madrileños participan en el levantamiento del asedio de Segovia, al tiempo que los soldados realistas que defendían el Alcázar Real se rinden. Lo siguientes movimientos serán la creación de comunidad en Alcalá de Henares y la conquista de las villas realistas de Alcobendas y Torrejón de Velasco.
Tras la derrota en Villalar la ciudad de Madrid capitulará el 15 de mayo de 1521, mientras que Toledo resistirá hasta febrero de 1522.
Finalmente, un Perdón Real dictado en octubre de 1522 puso fin a la Guerra de las Comunidades en Castilla, aunque más de doscientos comuneros, entre ellos los madrileños Juan de Zapata, Gregorio Castillo, Pedro de Losada, Pedro de Sotomayor, Diego de Madrid y Juan Negrete, quedaron fuera de este perdón.
La conquista del Alcázar Real
Tras el comienzo de la revuelta comunera el alcaide Francisco de Vargas, se refugio con su familia y algunos soldados, al mando de Pedro de Toledo, en el Alcázar Real. Este edificio se levanta en el mismo lugar que hoy ocupa el Palacio Real.
Inicialmente comuneros y sitiados no se hostigaron, pero a medida que el movimiento comunero crecía en Madrid se llegó a la decisión de que el Alcázar Real debía ser conquistado.
Tras el incendio de Medina del Campo por las tropas realistas y perdida la esperanza de recibir refuerzos ,el 31 de agosto de 1520 los defensores del Alcázar Real entregaron la fortaleza a Gregorio del Castillo.

Juan de Zapata: El líder comunero de Madrid
La historia de Juan de Zapata y Luján se pierde tras la derrota de Villalar, pero antes el líder comunero madrileño había participado en las negociaciones con Juana I de Castilla en Tordesillas; había estado en el levantamiento del asedio de Segovia y también estuvo en el enfrentamiento militar de Torrelobatón.
Su padre, Juan de Zapata, ostentaba el título de Barajas y de la Alameda (más tarde llamada Alameda de Osuna), y su madre era María de Luján, miembro de una familia de largo abolengo cuya casa solariega (Casa de los Lujanes) se encuentra en la Plaza de la Villa y en cuya famosa torre estuvo preso el emperador Francisco I tras la batalla de Pavía en 1525.
Que Juan de Zapata desapareciera tras la batalla de Villalar permitió que no fuera ajusticiado y por lo tanto que, como sucedió en otros casos de líderes comuneros, su familia no perdiera sus propiedades y sus títulos nobiliarios. Ello hizo posible que su nieto llegara a convertirse en el primer Conde de Barajas.
La historia del movimiento comunero en Castilla ha “olvidado” a Madrid, pero siempre es posible realizar un recorrido a pie por aquellos lugares “comuneros” de la capital, recordando que el Alcázar Real estuvo donde hoy se levanta el Palacio Real. Recordar nuestra historia nunca está de más.
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