Ubicada en el Huerto del Francés, dentro del Parque del Retiro, esta emblemática noria fue descubierta durante las excavaciones arqueológicas realizadas entre 1996 y 2000. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid ha invertido 184.000 euros para la rehabilitación de uno de los símbolos históricos de la capital, y del conjunto de instalaciones adyacentes.
Tras su descubrimiento durante las excavaciones realizadas entre 1996 y 2000 en la zona del Huerto del Francés (entrada por el final de la Cuesta del Moyano), el Ayuntamiento de Madrid ha recuperado del olvido la noria más emblemática del Parque del Retiro. A partir de ahora esta noria funcionará de manera ininterrumpida, permitiendo que los visitantes puedan disfrutar del espectáculo que supone ver el rodaje de esta pieza única y original que forma parte de la historia de la ciudad.
Las gigantescas ruedas de la noria, juntos a los muros, la alberca y otros elementos de obra civil han sido restaurados o reproducidos conforme a su diseño original. Estas instalaciones, junto a un sistema de pozos asociados, irrigaban el parque y abastecían de agua a la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, hoy desaparecida.
El Real Sitio del Buen Retiro, establecido en 1637, necesitó desde sus inicios de abundante agua tanto para el riego de sus jardines y arboledas como para el servicio de los estanques y rías. Este suministro se obtenía por medio de varias norias distribuidas por todo el recinto, levantadas en los primeros años de la construcción de los jardines o, incluso, reutilizando otras anteriores empleadas en las antiguas huertas.
En el proceso de recuperación de la noria de el Retiro, en el que se han invertido 184.000 euros, se ha llevado a cabo la restauración del ladrillo de tejar y de caliza de todo el entorno, de las estructuras metálicas y los cerramientos existentes. Se ha rehabilitado el vaso de la alberca, creando un nuevo vaso de hormigón armado y se ha procedido a su impermeabilización.
Por otro lado, el Ayuntamiento ha realizado una reproducción exacta de la noria de madera, que se encontraba en un estado de deterioro muy avanzado, respetando las medidas originales. También se ha procedido a la limpieza y saneado de la estructura metálica que conforma la barandilla de protección del entorno.
Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro

Donde hoy se encuentra la estatua del Angel Caído, en la segunda mitad del siglo XVIII, Carlos III mandó construir la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, lugar en el que se elaboraban porcelanas que compitieron con las mejores de Europa.
Algunas de sus piezas adornan hoy el Palacio Real y los Reales Sitios, La Casita del Príncipe y el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La calidad de las piezas elaboradas era internacionalmente reconocida y las técnicas de elaboración empleadas se trataban como secreto de Estado.
La Real Fábrica del Buen Retiro, denominada popularmente como “La China”, fue fundada en el año 1760 por iniciativa de Carlos III a imagen de la que el propio rey estableciera durante su reinado en Nápoles en las proximidades del Palacio Real de Capodimonte. Desde Nápoles llegaron artesanos especializados, instrumental y la pasta necesaria para la producción de la porcelana.
En 1808, durante la Guerra de la Independencia, una parte importante del ejército francés se acomodó en las instalaciones de la fábrica, que tuvo que interrumpir su actividad. En 1812 la alianza de ingleses, portugueses y españoles, comandada por Wellington, consigue derrotar al ejército francés. Durante la contienda la zona del huerto se convierte en escenario de batalla y la fábrica sufre daños importantes.
Una vez expulsados los franceses de Madrid, Wellington ordena destruir la fábrica por completo. El motivo alegado fue impedir que los franceses volvieran a agruparse en este punto, aunque el objetivo era eliminar la competencia de porcelana española.
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