Muy contagiosa y con un alto índice de mortalidad, la leucemia felina es una de las enfermedades más temidas por los amantes de los gatos. Las vacunas son la mejor protección para nuestras mascotas, acompañada de los periodos de cuarentena y los análisis preventivos para todos los nuevos animales que entren en casa.

La leucemia felina es una enfermedad de origen vírico, que una vez asentada en el organismo del animal no puede erradicarse. La saliva es la principal fuente de contagio y se exige un contacto directo prolongado para que se produzca la infección.

El virus de la leucemia felina provoca un debilitamiento del sistema inmunitario, lo que se traduce en que el animal contagiado es propenso a sufrir todo tipo de patologías respiratorias, digestivas, etc.

Yubarta Centro Veterinario

Un enfermedad mortal

Muy pocos gatos contagiados de leucemia felina superan los seis años, dado que esta enfermedad suele causar problemas de anemia y la aparición de linfomas. El mayor riesgo de contagios está en aquellos lugares donde se reúne un gran número de animales.

Por esta razón cuando un nuevo gato llega a casa lo aconsejable es mantenerlo en cuarentena y previamente a su socialización proceder a la realización de las pruebas veterinarias correspondientes. El diagnóstico veterinario se realiza mediante un test rápido de sangre.

Lo aconsejable para la buena salud de nuestros gatos domésticos es seguir de forma rigurosa los programas de vacunación, sobre todo en aquellos animales que salen al exterior de forma habitual.

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