Cuando se cumplen los 60 años es aconsejable mantener unos hábitos de vida saludables y prestar atención a nuestra correcta alimentación, realizar una actividad física moderada y cultivar las relaciones sociales. Todo ello contribuye a incrementar de forma notable nuestra calidad de vida y nos ayuda a evitar y ralentizar los procesos degenerativos que se desencadenan con la edad. Hoy os enseñamos cómo disfrutar de una vida saludable a partir de los 60 años.
Al llegar a los 60 años es normal que aparezcan los primeros síntomas de tensión arterial, colesterol, pérdida de masa muscular y ósea, diabetes, etc. No debemos alarmarnos porque se trata de un proceso natural. Sin embargo, sí que debemos adoptar hábitos de vida y alimentación saludables con el fin de evitar un deterioro progresivo.
Es el momento de cuidar nuestra alimentación, de realizar ejercicio físico de forma regular y de consolidar nuestras relaciones sociales. Así, podremos disfrutar de una vida saludable a partir de los 60 años.
Objetivo: Ganar calidad de vida
A partir de los 60 años debemos hacer hincapié en que nuestra alimentación debe ser más variada y equilibrada que nunca. Es importante que no reduzcamos la ingesta de proteínas porque eso puede acelerar la pérdida de masa muscular. Las carnes, legumbres, huevos y pescados deben formar parte de nuestra dieta, siempre evitando una ingesta excesiva de grasas.
Por otro lado, la falta de regularidad en las comidas es también un problema. Una alimentación errática genera trastornos en los ritmos del sueño. Esto se traduce en un incorrecto descanso nocturno que impide que nuestro cuerpo y nuestra mente se regeneren.
Además, comer a deshoras incrementa las posibilidades de sufrir obesidad y genera fluctuaciones indeseadas de los niveles de azúcar en sangre. Esto incrementa el riesgo de sufrir diabetes, hipercolesterolemia o tensión arterial alta.

Hidratados y activos
Una de las consecuencias de la edad es un descenso en el consumo de agua. A medida que se envejece la sensación de sed es menor y las posibilidades de deshidratación mayores.
Este problema provoca una descompensación de los ritmos corporales, causando problemas en la termorregulación, un peor tránsito intestinal por falta de hidratación en el bolo fecal, un sobreesfuerzo de riñones a la hora de eliminar toxinas y una peor prevención de los procesos infecciosos y alérgicos.
El consumo de entre dos y tres litros de agua nos ayudará a evitar estos problemas, ayudando además a la correcta función de los procesos corporales y al transporte de vitaminas.
Por último, es importante cuidar las relaciones sociales. Con la edad y unos hábitos sedentarios pueden aparecer problemas de soledad, depresión y miedo. Dar un paso adelante por mantener una vida activa, cultivar las aficiones y reunirse con amigos y familiares, nos mejorará de manera importante la salud a nivel mental.
Otras noticias de salud recomendadas por Madrid en Tercera si eres mayor de 60 años: