Hasta 1530 el castillo de Manzanares El Real fue la sede de la Casa Ducal del Infantado, fecha a partir de la cual la familia se trasladó a Guadalajara. Hasta entonces este baluarte defensivo, el mejor conservado de la Comunidad de Madrid y donde se presentó en 1982 el Estatuto de Autonomía, protegió los rebaños que utilizaban la Cañada Real Segoviana. Hoy este ejemplo de la arquitectura medieval madrileña y castellana es un centro de atracción turística.

La historia y la imagen de Manzanares El Real siempre estará ligada a los Hurtado de Mendoza y a su inconfundible castillo, un símbolo de la historia de la región de Madrid y de la arquitectura medieval castellana y un baluarte defensivo en el itinerario de la Cañada Real Segoviana, muy utilizada por los rebaños de la Mesta entre los siglos XIII y XIX para el tránsito de ganado. 

Desde su privilegiada situación en el Parque Nacional Sierra de Guadarrama, frente al embalse de Santillana, esta escapada al castillo de Manzanares el Real nos abre a los madrileños una ventana a nuestra historia. El interior de este palacio-fortaleza alberga obras de arte originales -tapices flamencos del siglo XVII, cuadros de caballete o armaduras- y muebles del siglo XIX, que remedan los estilos del Renacimiento español.

Su construcción la inició el primer Duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza y de la Vega, en el siglo XV y la finalizó su hijo, Íñigo López de Mendoza, que para ello contrató a Juan Guás, arquitecto de los Reyes Católicos.

Aquí se presentó el Estatuto de Autonomía

El castillo de Manzanares El Real está a caballo entre dos épocas, la caballeresca medieval con sus elementos defensivos, como el antemuro o la entrada acodada, y la renacentista humanista con sus grandes salones, fachadas decoradas y magníficos miradores.

La construcción del nuevo castillo, donde Diego Hurtado de Mendoza vivió hasta 1497, se hizo aprovechando muchos de los materiales del “castillo viejo”, un esfuerzo que no impidió que finalmente Iñigo López de Mendoza trasladara a Guadalajara (Palacio del Infantado) la sede principal de la Casa Ducal, lo que provocó que a partir de 1530 este castillo fuera abandonado paulatinamente. 

En la actualidad este castillo, que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, sigue siendo propiedad del Duque del Infantado, aunque su administración y uso corresponde a la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid.

La propia Casa Ducal procedió a una primera restauración en 1914 y en 1964 tuvo lugar una nueva intervención, esta vez costeada por la Administración, hasta que en 1965 el uso del castillo fue cedido a la Diputación Provincial de Madrid, que consiguió que el castillo fuera visitable a partir de 1977.

Como curiosidad histórica anotar que en 1982 el castillo de Manzanares El Real acogió el acto de constitución de la primera Asamblea de Madrid y la presentación del Estatuto de Autonomía que entraría en vigor en 1983.

Para mayores de 60 años la entrada reducida cuesta 3 euros y con representación teatral incluida el coste es de 4 euros.

El jardín de los sentidos

La rehabilitación del entorno paisajístico del castillo ha creado un espacio que recoge diferentes aspectos de la vida desarrollada a finales del siglo XV, donde todas las plantas y materiales utilizados en este espacio se han seleccionado a partir de la documentación histórica existente. 

Hay un huerto de plantas medicinales, aromáticas e industriales, cultivos y huertas con cereales (elaboración de pan) vides (producción de vino), hortalizas y frutos, además de un guiño al hermoso jardín de frutales que tuvo el Duque en su época y que hoy cuenta con manzanos, perales, cerezos y almendros. 

El jardín del castillo (abierto de 10 a 19 horas) cuenta con un laberinto y un palenque, el espacio en el que se desarrollan en la actualidad algunas actividades que recrean las justas y juegos de antaño.

Qué más podemos visitar

Y para concluir la escapada a Manzanares El Real, donde encontraremos una amplia oferta gastronómica donde reponer fuerzas, podemos finalizar la jornada paseando por las ruinas del castillo viejo (siglo XIV), la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, la ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra (siglo XVI), el Puente Viejo (siglo XVI) o las pinturas rupestres de los Aljibes, datadas en la edad del bronce.

Y si lo preferimos de regreso a Madrid por la M-608 podemos hacer parada y fonda en el Restaurante El Ibón (Avda. de los Canteros, 3), situado en el centro de Cerceda y que es un lugar de cita gastronómica para los amantes del senderismo y de las rutas de montaña y de mountain bike por la Sierra de Guadarrama.

Ficha del viaje

Cómo llegar: Coche (53 km por M-607, M-609 y M-862 y M-608)

                         Bus (Plaza de Castilla, línea 724. Coste 5,10 euros/trayecto)

Dirección: c/ Cañada, s/n. Manzanares El Real.

Información y reservas: 91-853 00 08 / 91-852 86 85 (de 10 a 17 horas)

                                     www.castillomanzanareselreal@madrid.org

Horario: Martes a viernes (10 a 17,30 h)

               Sábados, domingos y festivos (10 a 18 h)

Precio: General (5 euros)

             Reducida mayores 60 años (3 euros)

             General castillo + representación teatral (8 euros)

             Reducida mayores 60 años (4 euros)

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